jueves, 7 de abril de 2011

POR LA VIA RÁPIDA

El Real Madrid disputaba un partido clave en el devenir de la temporada. Tras su derrota el sábado ante el Sporting de Gijón, Copa y Champions se mantienen claves. Ganar la Champions, su competición, sería el alivio de todos los males. El Real Madrid era consciente de ello.


Sabedor de esta circunstancia salió en tromba el conjunto merengue. 5 disparos en apenas 5 minutos, 2 de ellos de un ansioso Cristiano que sólo acertó cuando la fiesta ya terminaba. 1-0 de Manolito. La cosa pintaba bien, parecía noche de goleada pero esto es Champions. He aquí que Crouch decidió que tener una amarilla en los primeros minutos no le bastaba. Minuto 15, y de forma justa, es expulsado por el colegiado del encuentro. La que le está formando la prensa inglesa...


El Madrid no supo controlar el encuentro. Inexplicablemente tiró 30 minutos de la primera parte para haberse ido al descanso con una ventaja superior. Buscaba atacar por acumulación, no con paciencia y buscando líneas de pase hábiles. Intentaba ganar por marabunta y no por posibilidad real de ocasión. Cristiano contra el mundo decidia disparar desde cualquier lugar, precipitación, imprecisión. El Madrid parecia intentar remontar en los últimos 15 min de un partido cuesta abajo en lugar de buscar la elaboración. Ozil sin espacios sufria, se echaba en falta a Benzema y su capacidad de asociarse y generar líneas de pase sin espacios ante defensas encerradas.


Mourinho en el descanso entendió todo esto. Y también entendió, aunque a su manera, que jugar con doble pivote Xabi-Khedira contra 10 era innecesario. No se lanzó a poner a Granero, ni tampoco a poner a Arbeloa por Khedira y jugar 1-4-3-3 con Ozil y Marcelo como interiores y arriba Di Maria-Adebayor-Cristiano. Pero Lass dio más dinamismo y frescura al ataque. El Madrid obtenia la pausa y con la pausa la aceleración en forma de goles. Así de contradictorio es el fútbol.


El Madrid avasallaba al rival pero con más sentido del juego, más inteligencia y Xabi Alonso se convirtió en el mariscal y MVP del partido. No hay otro como él sin duda. El Madrid marcaba el 2-0 por medio de Adebayor y a partir del 3-0, genialidad de Di Maria mediante, el Totenham se rindió. Un Totenham, que siendo justos, no es mal equipo. El resultado nos ciega. Con Lennon y Bale en plena forma y con 11 jugadores con la amenaza de Crouch la eliminatoria se decide en White-Hart Lane casi seguro. Pero el fútbol dio la suerte esta vez a los blancos, los cuales tienen pie y medio en semifinales salvo hecatombe. Bonito partido para el madridista, decepcionante como eliminatoria para el espectador neutral. El Madrid despachó pronto por la via rápida.

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